Las oraciones condicionales son aquellas que se utilizan para expresar una condición o suposición y su posible consecuencia. Su función principal es establecer una relación de causa-propósito. Estas oraciones se caracterizan por utilizar palabras como «si» o «en caso de que». Por ejemplo:
Las oraciones comparativas son aquellas que se utilizan para establecer una comparación entre dos o más elementos.
«La oración no es un calmante para aliviar las ansiedades de la vida. Más bien la oración responsabiliza a cada individualidad de nosotros»
Las oraciones subordinadas adverbiales modifican al verbo y se clasifican como los complementos circunstanciales de la oración simple:
El sujeto es el responsable de la acción o aquello sobre lo que el verbo aporta información. Está formado por un sintagma nominativo, cuya palabra principal ha de ser un nombre o sustantivo, o correctamente un pronombre.
Están introducidas por nexos subordinantes y se dividen en sustantivas, adjetivas y adverbiales. Por ejemplo:
El núcleo del sujeto forma parte de un sintagma nominal y se proxenetismo de aquel que realiza la acto del verbo. Puede ser:
Las oraciones copulativas tienen un atributo. Se proxenetismo de una construcción que comienza sudaderas para chicas con los verbos ser, estar
Oraciones en voz pasiva. Son aquellas en las que se altera el orden natural de los componentes y se pone el foco en el objeto o en la acto. Por ejemplo: El televisor fue revisado por el técnico.
«La nobleza de la oración nos deja en las manos de Alá. Esas manos plagadas de simpatía: las únicas manos seguras que tenemos»
A través de la oración, Dios transforma nuestros corazones y puede cambiar el mundo. Todos estamos personalmente invitados por Cristo a acogerlo en nuestras vidas cada día, confiarle nuestras acciones y dejarnos tocar por su gracia.
Oraciones impersonales reflejas. Aquellas en las que se emplea un pronombre para impedir la aparición del sujeto, generalmente usando la tercera persona del singular para conjugar el verbo. Por ejemplo: “Aquí se vive tranquilamente” o “Luego no se puede salir de casa”.
Para tener en cuenta: Los hablantes incluso pueden alterar intencionalmente el orden sintáctico habitual de las oraciones con fines expresivos o estéticos.
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